Por fin di mi brazo a torcer : Libros

El libro de hoy fue un bestseller de un género que ya muchos sabrán no me gusta. Auto ayuda.

Aunque en este caso fue más impulsado y posiblemente conocido en la sección de negocios. Yo mismo tuve un curso pagado por mi empresa hace unos 10 años basado en el libro y en las agendas que vendían como aditamentos.

Aun sin haberlo leído no cabía duda de que fue uno de los libros más influyentes de su tiempo, en alguna vez me lo recomendaron, y sus anécdotas se han filtrado a la imaginación popular.

No sé si puso de moda o si invento términos como cuadrante, ganar-ganar o sinergia. Pero el que hoy día sean lugar común en el léxico de negocios se debe en mucho a la obra de Stephen Covey: “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, obra a la que por fin le dedique el tiempo que no le había dedicado por años.

Por gente altamente efectiva, se refiere a gente de éxito, pero queriendo ser más general y evitar el posible encasillamiento de éxito=dinero opto por usar lo de efectivo en lugar de éxito.

En su gran mayoría habla sin el lenguaje pseudo-místico que plaga los textos de auto ayuda, aunque a la hora de hablar del “ganar-ganar” literalmente menciona “resultados mágicos”.

Sus recomendaciones como el no dejar lo importante por lo urgente y empezar con uno mismo son desde hace mucho parte del sentido común, aunque hay que ver que lo detalla de manera interesante.

No solo vendió muchos libros, sino muchas agendas de su compañía FranklinCovey (yo tuve una resultado de ese curso que tome, y que de hecho nunca use, cuando uno es soldado de a pie su agenda es hacer lo que diga el jefe). Luego saco otros libros extendiendo este, pero me parece que ninguno supero al original, que resulto una lectura entretenida y a pesar de todo, constructiva.

Investigando para esta reseña encontré que Covey falleció en el 2012 a los 79 años a causa de un accidente de ciclismo. Dios tenga en su gloria a este compañero ciclista, que aunque no cristiano (mormon), trajo por un lado algo de orden a algunos negocios, aunque por otro inauguro una era de “palabras y conceptos clave” que nomás disfrazan el pobre accionar de algunos jefes en todo el mundo.