Exploración Cueva del Diablo 2009 : Aventura


Una del Baul de los recuerdos

A unos cuantos kilómetros de la ya conocida (por algunos Naoras) Salaices, se encuentra la “Cueva del Diablo”. De la cual el conocido Alziri es ya uno de sus mayores exploradores. Esta es una breve crónica de cómo la serie de exploraciones entre los días 25 y 31 de diciembre del año 2009.

El primer día Alziri y un servidor bajamos a visitarla, no fuimos mucho más allá de los caminos conocidos, el tiempo era restringido, pero fue la introducción a lo que vendría después.

Al siguiente día bajamos a los caminos conocidos (Campanas, Virgen de Camargo, Salón de los Santos) Con tan solo tres lámparas (cinco si contamos un par de lamparitas, no diré que suegro no le prestó a su yerno una lámpara adicional buena, el mío si me prestó sus lámparas, jeje). Bajamos: Alziri (encabezando la expedición turística), Daniel, Richi, Israel, Valentin y un servidor (vigilando la retaguardia). Básicamente los retoños de la familia Moreno Sáenz (Estrada Moreno, Hernandez Estrada, Castro Dominguez, Montoya Sandoval, Moreno Mena).

Aquí posan para la foto, Richi (extrema izquierda), Alziri (parte superior), Daniel (inferior izquierda), Israel (centro) y Valentín (inferior derecha) en el área de la escalera metálica principal.

Aquí posan Daniel, Israel, Richi, Fabian y Valentín en el área de la escalera metálica principal.

La misma expedición se repitió al día siguiente, esta vez como algo adicional Alziri y un servidor exploramos un circuito alrededor del Salón de los Santos mientras el resto descansaba en el salón. Había un potencial camino adicional que concluía en un derrumbe, el único que pudimos apreciar en todas las exploraciones, pues en términos generales la cueva es estable. Por supuesto no sabíamos que se trataba de un circuito de manera que ya para terminar tanto los exploradores como la base comenzaron a oír “ruidos extraños”.

Dos días después, se repitió una nueva exploración de turismo, nuevamente encabezada por Alziri y seguido por Andrés, Daniel, Cesar, Emiliano, Rogelio, Axel y un servidor vigilando la retaguardia. (En este punto ya más de uno aseguraba haber oído a Golum por ahí y había que tomar precauciones).

En esta ocasión, Alziri llevo su equipo de escalada para descender al pozo, lo hizo en solitario mientras los demás esperábamos mayormente en penumbra para ahorrar baterías y no es que creyéramos las historias de algunos mayores de que las cuevas se “chupan las pilas” y que nos íbamos a quedar a obscuras, después de todo entre las pilas rayovac en lámparas de focos incandescentes de su época a las lámparas de níquel-metal y focos de led de la actualidad hay mucha diferencia, pero no era la primer bajada así que había que tomar precauciones.

Además la obscuridad es parte del encanto y por lo mismo en ambas exploraciones turísticas realizamos el ya conocido toque de las campanas en total obscuridad. Falto llevar cachimbas (lámparas de petróleo caseras) para lograr el efecto de antaño completo, pero eso no evito que filosofáramos en como realmente había que ser temerario para explorar las cuevas en aquellas épocas (y esa no fue la única reflexión filosófica, vieran como le nace a uno la filosofía en esas profundidades!)

Aquí Alziri descendiendo al abismo.

Aquí posan para la foto en el área de la Virgen de Camargo (la imagen de la Virgen es visible en la esquina superior izquierda).

En esta área descubrimos que uno de los dos días anteriores (los únicos de la serie en que no hubo exploración), algún malandrín había rayado la cueva sacrílegamente rayando la imagen de la Virgen y las paredes al rededor, restauramos el lugar lo mejor posible.

Nueva toma junto a la Virgen de Camargo (nombrada así por Alziri dado el lugar de procedencia de la mayoría de los que colocaron la imagen, según consta en el registro anexo a la Virgen). Posan Cesar, Alziri, Emiliano, Daniel, un servidor, Andrés y Axel.

Aquí posan Cesar, Axel, Rogelio, Emiliano, Alziri, Daniel y Andrés en el frente de la cueva.

Como pueden ver no se sale muy limpio de la cueva, la humedad es fuerte lo que provoca que el polvo levantado permanezca en suspensión. El calor soportable pero bastante perceptible, así que si se le da con energía se suda bastante.

Finalmente el último día, bajamos solo Alziri y un servidor en expedición exploratoria, no turista.
Recorrimos lugares como la hondonada junto al pozo, la cueva de la segunda escalera de madera (el lugar más húmedo de la cueva), agotamos el sendero de las campanas y comprobamos mi teoría de que ahí había un circuito si uno está dispuesto a arrastrarse un poco. El camino alterno al salón de los Santos pasando por el salón del Cañón, y más al fondo, lugares donde había que pasar escalando, arrastrándose, brincando y en general teniendo un montón de diversión hasta el salón de Pepsi Cola/Reyes y un poco más allá. Mientras Alziri dibujaba el mapa yo tomaba fotos (no incluidas en esta crónica) del lugar.

Que conste que para esta expedición tratamos de invitar a más Naora, pero no hubo respuesta. Alziri y un servidor estamos seguros de haber agotado la mayor parte de la cueva y estamos en disposición de asegurar de que las leyendas que vinculan la cueva directamente a cuevas en otras zonas y que fue usada por Villa para trasladarse por ellas son falsas. Como mucho pudo haberse escondido a la entrada (pues una hondonada cubre la entrada propiamente y hace la cueva invisible desde más de algunos metros de distancia (desde la carretera no es visible aunque el claro que forma la hondonada puede ser reconocida con un poco de ayuda).

Para terminar les dejo el mapa trazado por Alziri. El conserva el original en tan buen resguardo que no sabe donde lo dejo, pero conservo (conservaba) la foto en alta resolución para poder terminar lo poco que nos falto de explorar.

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