El padre del maltusianismo ecologico : Libros

A finales de los años 60s se escribió un libro que marcaría a la humanidad (para mal). Abrevando en las locuras Maltusianas que ven al ser humano solo como una boca que consume, rara vez como manos que trabaja, casi nunca como una mente que piensa y definitivamente jamás como un corazón que siente; Paul Ehrlich con su esposa escribió la Bomba P (The Population Bomb), no confundir con su segunda parte La explosión demográfica (The Population Explosion 1990).

Básicamente Ehrlich decía que éramos muchos, que seriamos mas y seriamos demasiados para el planeta, y que nos moriríamos de hambre. Aunque por un lado el hambre persiste, especialmente en lugares como el sureste asiático, África y Latinoamérica, donde cada vez que llega dinero se lo dan al tirano de turno que por supuesto no hace nada bueno con el dinero (y si es comida la venden). Casi nada de lo que auguro Ehrlich sucedió. Digo auguro, porque cuando le preguntaron si las predicciones que había hecho en el libro se habían cumplido el dijo que no había hecho predicciones. Esto es porque no se cumplieron.

A pesar de que ya para 1985 Ehrlich perdió la apuesta que había hecho en 1980 con Julian L. Simon sobre los precios de cinco materias primas no controladas por el gobierno escogidas por Ehrlich, lo cual indica lo perdido que estaba el tipo.

En lo que sí tuvo un gran éxito fue en detonar toda una industria, la industria catastrofista, que nunca atina a nada pero que representa muchos millones de dólares al año. Solo basta recordar la predicción de la niña emblema del WEF Greta Thunberg escribió un tweet en 2018 “Un científico del clima de primer nivel esta advirtiendo que el cambio climático desaparecerá a toda la humanidad a menos que dejemos de usar combustibles fósiles en los siguientes cinco años.” Escribo esto en el 2024 y aquí seguimos usando combustibles fósiles. Es cierto que el científico mal citado no dijo exactamente eso, pero a la Greta y a sus compinches les ha dejado bastante dinero. O la gráfica de palo de hockey de Al Gore que sigue haciendo del catastrofismo su principal fuente de ingreso.

El libro es encanijadamente difícil de encontrar, ya sea en ingles o en español. Quizá aunque no lo acepte Ehrlich tiene vergüenza y no ha habido mucho esfuerzo por reimprimirlo.

La segunda parte es un poquito más fácil de conseguir, pero es igual de basura, en el primer capitulo se lamenta de la encíclica “Humanae Vitae” de Pablo VI y de que los católicos no acepten los medios artificiales de control natal. Así de imbécil el tipo.