Flores que recuerdan amores : Libros
Últimamente
me ha dado por leer más bien en inglés. Pero cuando pude poner mis “garras” (gracias
a Dios por los libros usados) sobre este ejemplar que había estado buscando por
mucho tiempo, todo lo demás, inglés o no, se espera.
Y es que a
pesar de ser un libro clásico, no es muy popular hoy en día por las ideas políticas
de su autor totalmente contrarias a las del poder que domina su patria en el
mundo actual.
El libro en
su comienzo que tiene por escenario la campiña argentina me recordó otros dos
que se mueven también en ambientes campiranos. Cien años de soledad y Pedro
Paramo. Pero dista del primero en ser más corto y no abordar cuestiones
sexuales de manera burda y del segundo que no tiene sus alucinaciones
mariguanas o esotéricas.
La historia
podría no verse como muy original hoy en día, pero incluso precede a grandes clásicos
del drama de la maternidad no correspondida como “El derecho de nacer”.
Flor de
durazno fue escrita hacia 1911 y narra la historia de una muchacha que con un
amor ciego se entrega al riquillo que iba de vacaciones desde niño a la región
pueblerina en la que la heroína vivía. Hugo Wast pinta los escenarios y los
sentimientos de una manera clara, sin demasiados adornos, pero pintando siempre
un cuadro completo.
El inicio
con la conversación entre el sacerdote pueblerino y el hombre rico que vive en
el campo sin querer al campo, me recordó los diálogos de las primeras obras de
Giovanni Guareschi sobre Don Camilo.
Definitivamente
es una obra que merece leerse, y creo que voy a plantar un durazno en mi casa.
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