Comedia de aire con conclusion : Aventuras
El caso es que me llevo un juguete fabuloso, mi rifle de aire. No lo he usado en más de un año.
- Pero nunca me ha quedado mal.- me dije. En el rancho le doy su aceitada, agarro el aceite y está más espeso que pelón pelorrico (para que vean como los cuido). - Bueno ya tenía muchos años, pero si mando pedir del bueno tarda una semana en llegar, que hare? Ya sé, al steren por lim lub.-
Segundo acto, en el rancho. No se ven conejos por ningún lado. Se ven palomas.
Vamos a revisarle el cero al lente – A caray, ese sonidito de aire que se sale no me gusta. Ya decía yo que tenía que pedir ese kit de refacciones desde hace tiempo por si las dudas y tal vez aprovechar y darle una manita de gato. – En fin que resulta que hasta aceite pellgun había en el estuche. Le pongo de ese en las partes metálicas. Y lim-lub en el pistón y empaques, que bien sé yo que una buena lubricada hace maravillas.
- Vamos a ver a cuanto asciende la falla, veamos si llega desde aquí hasta la tina de allá.– Lo cargo, ya se sintió mejor. Apunto y tiro. Y en lugar de oír el “clanc” esperado, un sonido seco y un chorro de agua que sale de la tina.
- Suegra, que cree, ya desgracie su tina! Le di un postazo por idiota –
Mi suegra no dijo nada, me mando por otra a la galera, y no lo dudo,
pero tanto ella como mi señora debieron pensar, con ese amor que solo la familia puede tener, “tarado”; y estaría bien merecido. Como era la regla?, algo así como “no
le apuntes a lo que no le quieras dar en serio”.
Luego con un blanco puesto, la mesa lista y a darle a los blancos
a 20 metros. Y me digo a mi mismo: “Mi mismo, eres
un malísimo tirador, mira esos grupos con apoyo, en tu vida harás unos
de esos de pie. No cabe duda de que este rifle tira mejor que tu”.
Tercer acto, viene lo bueno. Ahora a buscar carne. – Que raro, los perros no están dando lata. Ya
llevo tres voladores. Los voy a poner aquí para que los perros no me los vayan a
ganar como el brincador hace dos años.– Vamos por mas voladores.
Que veo una voladora a unos 25 metros. Y que me acuesto sobre el silo
cubierto. - Hace años que no hago un tiro acostado en una cacería!
quien me viera, hasta "sniper" me siento-. Ajusto el paralaje, ajusto el
zoom, la veo bien, controlo la respiración y vámonos, el gatillo
mejorado del 392 se sintió maravilloso. - Pero que #$&#$???? No
cayo!!!!, pero si juraría que había pegado!-. De nuevo respiración, no
hay viento y vámonos. Y no cae la desgraciada, nomas se escondió. Ya me
imagino lo que diria la dueña de mis quincenas si me viera, no seria
del tipo - Uuyy tan experto y no cuidas las armas, no cuidas a donde
disparas y, ni acostado atinas - eso es de los compas, mas bien seria un -
Animo, al otro le pegas. Nomas no me digas que quieres comprarte otro rifle!-
pero dicho con esa ternura que solo puede igualar quien sabe lo que
gasto en esto.
-Ahhh, pero no te escondiste muy bien, estas del otro lado-
Respiración, concentración, y vamos. Al suelo llego!!!! Y al ir por ella, me
encuentro con una voladora en el piso y otra entre la ramas bastante
muerta y agujereada. Moraleja: - Si se paran en mezquite puede que
pegues y no caigan al piso - En total regreso con otros tres.
- Y los primeros voladores que deje aquí???- Vamos pa’dentro. –
Vidita!!! Te trajiste los voladores que deje allá?- y con esos ojos de
amor que solo una esposa de años puede dirigir a su marido me dice: - No
los dejaste cubiertos? Ya te los ganaron los gatos!-. Me lleva la que
me trajo! (y sí me llevó de regreso la misma camioneta que me trajo). Esos
mininos jijos nomas se ven en la mañana al desayuno y en la tarde a la merienda,
no me acorde de ellos.
Intermedio (es hora de ir a poner sulfato de amoniaco antes del riego).
Y al día siguiente, la conclusión.
- Lo bueno es que parece que ya eduque a estos perros jijos, ya no
vienen a dar lata cuando salgo con el rifle, a jijos y eso que veo venir
que??? Son los perros de enfrente! Y a estos desgraciados quien los
invito??? - Y mi señora con ese tono de voz que solo una mujer con
harta compasión puede producir: - Es que la vecina lleva varios días
fuera y los perros han de estar aburridos, pobrecitos-.
En resumidas cuentas, gracias a esos ruidosos perros, lo único que vi desde ese momento hasta mi regreso, fueron zopilotes de esos que por aquí llaman auras. Eso y a los perros, las vacas, y mi sombra.
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